• Sientes malestar en tu día a día.

• Un acontecimiento del pasado aún sigue molestándote.

• Ya no disfrutas de cosas que antes te apasionaban.

• Tienes dolores físicos sin explicación médica.

• Sientes que te faltan recursos para afrontar un problema.

Todos estos ejemplos y muchas más situaciones son motivos comunes por los que se suele tomar la decisión de buscar ayuda psicológica. Sin embargo, a pesar de ser menos común, no hace falta estar mal o encontrarse en un momento difícil para acudir a terapia.

También es un buen momento para asistir a un psicólogo si lo que quieres es:

• Mejorar tu autoconocimiento.

• Aceptarte.

• Aprender a gestionar tus emociones.

• Mejorar tu productividad.

• Mejorar tus relaciones.

 

Si te sientes identificado, ¡no dudes en ponerte en contacto! Podemos ayudarte​